Es probable que cuando escuchamos este término, automáticamente nos aparezca la idea contrapuesta: la crianza que no respeta, que no cuida y, en última instancia, que neglige. Lo que pasa es que, mirado así, el término pierde el sentido de base desde el que nace y se diluye la esencia de lo que, en crianza y desarrollo, significa RESPETUOSA.
Voy a dedicar unas breves líneas a compartir contigo el significado del término “RESPETO” desde la psicología evolutiva. Fíjate que, ya de por sí, esta es una de las palabras que más controversia pueden generar en nuestra vida cotidiana porque va de la mano de un concepto muy pervertido y distorsionado: la LIBERTAD. Vamos allá:
¿Por qué RESPETO y LIBERTAD son conceptos tan ligados?
¿Cómo sé que estoy acompañando a mis criaturas desde este lugar?
Son preguntas que me encuentro a diario en mi consulta y en mis cursos y talleres. Y me apetece estrenar este blog aclarando ideas y revisando conceptos. Y voy a empezar por el de LIBERTAD.
En mis cursos sobre
“Límites en la crianza” o “Autonomía infantil” te cuento que este es un concepto lleno de restricciones. Pero ¡ojo!, no te lo tomes como una castración porque no es eso a lo que me refiero.
La LIBERTAD está repleta de LÍMITES porque sin ellos, estaríamos hablando de libertinaje. Pretender hacer “lo que me dé la gana” sin mirar más allá de mi deseo, intención y ombligo no es maduro. Aquí, como espero que puedas coincidir, no existe ni límite, ni cuidado, ni respeto alguno más allá de mi persona. Hay quienes lo confunden con LIBERTAD y relacionan cualquier limitación con un condicionamiento que les niega su esencia. Pues déjame decirte que estas personas se han quedado en una etapa muy primaria de su desarrollo emocional: concretamente en la etapa ANAL en la que la semilla de la preservación del límite y de la construcción de su “yo” distinto a los demás, ha sufrido algunas fijaciones y restricciones que no han permitido que se asentaran los hitos necesarios para conquistar esta fase evolutiva con salud. Pretender que el mundo esté a tus pies, que las demás personas tengan tus deseos y compartan siempre tus puntos de vista es naïf, equivocado y muy neurótico (¡a parte de muy frustrante para ti!).
Abrazar el concepto de LIBERTAD requiere que, ya desde pequeñas, se nos enseñe a parar (¡No es No!), respetar, esperar, sostener la frustración (que cuando somos peques lo hacemos en los brazos de nuestras figuras de apego) para construirnos como seres autónomos, LIBRES (no libertinos) y con la capacidad de RESPETAR las necesidades ajenas a las nuestras cuando no infringen nuestros valores y nuestra Salud.
¿Y cómo aplico esto en mi crianza?
Pues buena pregunta porque, además, me permite condensar la esencia de la crianza respetuosa en una frase: para criar en la LIBERTAD y con RESPETO, debes habértelo dado a ti misma antes; es decir, una persona adulta que no tenga conquistados estos conceptos internos difícilmente podrá acompañar genuinamente a sus hijxs. Ergo, la crianza respetuosa de tus criaturas empieza por acompañar respetuosamente a tu niña interior; para que esté tranquila, se sienta acompañada y pueda reflejar a través de su MIRADA, la comprensión y la compasión necesarias para que tus hijxs se sientan vistxs, reconocidxs y amadxs por el sólo hecho de existir.
Cuando nos sabemos responsables de tal hazaña, inevitablemente, necesitamos apoyo, compartir nuestro proceso y revisarnos constantemente para no reproducir patrones que nos desvían de este lugar interno desde el que queremos criar. Conocer las etapas del desarrollo de tus hijxs permite que tengas una guía más afinada para brindarles aquello que necesitan de manera auténtica y que, también, merecen por ser criaturas.
Por lo tanto, podemos concluir que desde la psicología evolutiva hablar de RESPETO implica varios puntos:
- El más importante y básico es revisar tu historia personal para conocer en qué momentos no se te ha brindado esto a ti misma, abrazarlo y repararlo para poderlo ofrecer genuinamente a tus hijxs.
- Comprender la diferencia entre LIBERTAD y libertinaje, y comprender que sin LÍMITES amorosos, la crianza no es respetuosa.
- Conocer las necesidades auténticas de tus hijxs en cada una de sus etapas del desarrollo para tener una brújula que te oriente en cada fase que atraviesen;
- Tener paciencia contigo misma y juntarte con una tribu afín para recibir todo el apoyo que necesites en esta transformación de la mirada.
Pues deseo, de todo corazón, que cada uno de estos cursos de crianza respetuosa te abran una puerta a tu despertar, porque para ver diferente, no sólo tenemos que ajustar nuestras gafas sino enfocar desde un espacio interno distinto.
¡Buen camino!
Elisenda Pascual i Martí
Directora de Cursos de Crianza Respetuosa