Muchas familias en consulta me preguntan por la cantidad de regalos, qué número de regalos sería razonable o saludable que reciba una criatura. Lo primero que me gustaría comentar en este sentido, está relacionado con el desapego y cómo trabajar esta cualidad que debemos cultivar en relación a las posesiones materiales que tenemos.
Mi invitación es a que reviséis en familia el desapego con respecto a las posesiones materiales, es decir, la tendencia que tenéis a acumular cosas que no usáis, si el baúl de los juguetes rebosa, incluso antes de las Navidades... Ten en cuenta, por un lado, que será mucho más difícil poner límites al entorno familiar cuando nuestra tendencia sea de acumulación. Pero, sobre todo, valora que las criaturas se acostumbran a lo que ven y a lo que viven, así que lo primero que tenemos que revisar es cómo gestionamos el desapego en nuestro hogar, cómo gestionamos la acumulación.
Una dinámica que ayuda es buscar un lugar para cada objeto y, por ejemplo, cuando la caja de los dibujos está hasta arriba, algún dibujo tiene que salir, antes de hacer uno nuevo. Eso para las criaturas, pero, por supuesto, para nosotras/os también. Si abres tu armario y encuentras prendas que no has usado en los últimos 10 años, hay que dejarlo ir y que la energía se mueva, y así con todas nuestras pertenencias materiales.
Otro concepto que te propongo revisar es la diferencia entre “consumir” y “el consumismo”, que nos impulsa a acumular muchas cosas. Es importante reflexionar y darse cuenta de que si solo consumiéramos lo que realmente necesitamos, no habría este consumismo desmedido. Desde el mercado se nos impulsa a consumir (véase el black friday, cyber monday…) probablemente cosas que no necesitamos. Me gustaría invitarte a reflexionar, antes de que pongas límites sobre la cantidad de regalos a tu suegra -permíteme la broma-, sobre el ejemplo que das a tus hijas/os en tu día a día con respecto a estos conceptos. Porque es imposible que podamos ofrecer a las/os niñas/os algo que genuinamente nosotras/os no tenemos integrado.
Chupete por regalos
Otro tema que algunas familias me consultan en relación a los regalos es si está bien el cambiar el chupete por regalos. Y, en este punto te quiero hacer entender que cambiar un chupete por regalos son dos cosas que no tienen ninguna relación, como sumar manzanas con coles. Si esto es algo que te ronda la cabeza, yo te preguntaría cuánto te cuesta sostener el límite en relación a la retirada del chupete. Seguramente si se lo quieres quitar es porque ya no le hace bien, y esto se puede trabajar porque es una fijación de la etapa oral. Pero tenemos que poder sostener la frustración, el llanto, el enfado, porque si lo hacemos de forma sana y respetuosa, la criatura transitará por ese periodo duro acompañada. Pero no confundamos y no quitemos la importancia de que la criatura atraviese una frustración acompañada, y lo cambiemos por regalos. Si lo equiparamos estamos fomentando conexiones que no cuidan. Es decir, si cambio lo que no me gusta por algo material, por algo que se consigue de fuera y no de dentro, esto genera una adicción al consumismo. Y hemos de saber que nuestros vacíos tienen que ser llenados desde fuera, y esto en la vida de las personas solo tiene que pasar en el primer año y medio de vida, en la etapa oral. Más allá de esta etapa, las criaturas tienen que aprender que un no es un no, a frustrarse por lo que les toca por etapa de desarrollo, y a no sustituir sus necesidades emocionales y carencias internas por objetos materiales. Esto es la base de una buena salud en relación al consumo y al consumismo. Como te decía, en los próximos artículos trataré el tema de las mentiras y el chantaje, la relación con la familia y la reparación.
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