Hace unas semanas que se acabó el curso escolar y cerramos un ciclo de nueve meses de aprendizaje, de experiencias, de compartir en grupo. Un curso marcado por una situación extraordinaria de pandemia global y de medidas estrictas para lxs niñxs y adolescentes.
Y llegó el momento de cerrar y despedirse de lxs compañerxs, lxs profes…. y dar la bienvendia a las ansiadas VACACIONES.
Tal vez sea interesante que, una vez pasado el año, podamos hacer balance con ellxs para compartir cómo ha ido el curso:
*qué les ha gustado más, y qué menos
*qué cosas les gustaría que el curso que viene fueran distintas
*qué cosas quieren que sean iguales
*si pudieran elegir a sus compañerxs de clase, ¿cuáles serían?
*¿y qué profe?
Dar voz a nuestrxs hijxs en relación a su curso escolar nos brinda la oportunidad de ESCUCHARLES y estar atentas a todo aquello que les ha servido y aquello que no.
Lxs niñxs merecen espacios de diálogo para compartirnos sus vivencias y, así, sentir que nos interesamos por ellxs.
Podéis hacer una lista de todo aquello que está en sus manos para transformar, y otra lista de las cosas que, tal vez, deberán aprender a sostener si no hay posibilidad de cambio. Acompañarles en esta frustación de no poder cambiar lo que “no” les dará apoyo y un espacio para descansar y abrirse a lo que les movilice.
Y como todo cierre implica un nuevo inicio, podéis abrir la ventana al verano y a lo que vendrá en los próximos meses. Es una buena oportunidad de hablar con tu criatura, preguntarle qué le gustaría hacer -luego hay que ver si es posible, ¡claro!-, sugerirle opciones que quizás no se le ocurren pero que crees que le pueden gustar, etc.
En definitiva, y como te decía antes, establecer un diálogo, escuchar a tu hijx y, siempre que se pueda, consensuar ese tiempo.
Mi recomendación es que aprovechéis el verano para compartir este espacio de descanso escolar con tus hijxs, además de buscar espacios de autocuidado personales y en pareja, ¡por supuesto!
Para ello te propongo aquí una actividad que puedes probar este fin de semana o cualquier otro día durante estas vacaciones.
Es muy sencillo…..
Busca un par de días en tu agenda. Días de vacaciones familiares, ¡claro!
Comprométete en que esos dos días VAS A TENER ZERO PLANES. ¡Sí, sí! Como lo escuchas.
Z E R O P L A N E S
¿Vértigo?
¿Asustada?
¿Liberada?
¿Agobiada?
Tener zero planes durante dos días puede ser una oportunidad para entrar en una dimensión nueva en familia...
*Levantarse y dejarse sentir cómo fluye el día.
*Tener comida en la nevera para poder hacer algún manjar que nos apetezca y disfrutarlo juntxs.
*Respirar el silencio y vivir en calma.
*Estar abiertxs a las propuestas que vayan saliendo.
*Tener tiempo para gestionar emociones.
*Descansar.
¿Te apetece?
Te deseo un verano de conexión, de gozo y muy familiar.